FACCIÓN DEL PRD APRUEBA OPOSICIÓN “FIRME Y DECIDIDA AL GOBIERNO”
COMISIÓN POLÍTICA. JULIO MARÍÑEZ DICE QUE LA REUNIÓN NO TUVO QUÓRUM

Juan Eduardo Thomas
Santo Domingo.- La Comisión Política del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) invalidó ayer las expulsiones del expresidente Hipólito Mejía y del presidente en funciones Andrés Bautista, así como las suspensiones por dos años de los secretarios general y de organización Orlando Jorge Mera y Geanilda Vásquez. 
Además, convocó al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para el próximo tres de febrero para conocer de estas decisiones, y le propuso a este organismo que la convención ordinaria, donde se elegirían las nuevas autoridades del partido, se realice el 21 de julio del presente año.

La reunión se inició cuando los notarios públicos certificaron, a las 4:30 pm, la presencia de 128 miembros del organismo, de una matrícula de 246, mientras en las afueras se incineraban afiches del presidente del partido, Miguel Vargas Maldonado, junto a la reclusa Sobeida Félix Morel, compañera sentimental del capo boricua José Figueroa Agosto. 
Ésta se convirtió en la respuesta al presidente del partido y a quienes le siguen, que precisamente tienen pendiente convocar al CEN para conocer “informes de los organismos del partido y decidir sobre asuntos de carácter estatutarios”.
También se aprobó una “línea de oposición firme” al gobierno y el reclamo de la aprobación de la Ley Electoral, de Partidos Políticos y la de Responsabilidad Fiscal. En cuanto a la comisión que organizará la convención se decidió que ésta estuviera compuesta por 15 miembros, ocho de estos electos por consenso donde estaría el presidente, el vicepresidente y el director ejecutivo.
La matrícula entonces sería completada por cinco secretarías nacionales y dos frentes de masas, incluyendo a la Federación de Mujeres Social-Demócratas (Fedomusde) y la Juventud Revolucionaria Dominicana, así como redactar y proponer el reglamento de la convención que tendría el cronograma completo del proceso convencional.
Respuesta
La respuesta ante las invalidaciones llegaron de parte del presidente de la Comisión de Control, Julio Maríñez, quien aseguró que la reunión carecía de valor  jurídico “por no contar con el quórum reglamentario del cincuenta por ciento más uno requerido para que las decisiones de los organismos del partido puedan tener validez, según lo previsto en el artículo 193 de Estatutos”. 

Indicó que la reunión fue violatoria de las normas estatutarias del PRD, porque estuvo encabezada por experredeístas, “ya legítimamente  sancionados por la Consejo Nacional de Disciplina”.
Maríñez consideró que en el hipotético caso que la convocatoria hubiese cumplido con los requisitos estatutarios, la Comisión Política  no está facultada para anular las decisiones del  Consejo Nacional de Disciplina, en razón de que tienen carácter irrevocable. “En consecuencia, todas las decisiones de esa reunión son nulas de pleno derecho”, expresó Maríñez, presidente de la Comisión de Control, que vela por el cumplimiento de los Estatutos, reglamentos y resoluciones que sirven de normativa al PRD. 
Fuera de la reunión
Los militantes perredeístas que no formaban parte del organismo aguardaron fuera por los resultados, vociferando epítetos en contra del presidente del PRD.

La asistencia de los miembros fue verificada en la explanada del local por abogados notarios y se contó con un equipo de seguridad privado. El tránsito por la calle Dr. Báez se vio afectado por la aglomeración de personas.
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LA REUNIÓN SE INICIÓ PASADAS LAS 4:30 PM
COMIENZOS DE LA REUNIÓN 
La reunión fue presidida en su comienzo por Tirso Mejía Ricart, y tras aprobarse como primer punto de la agenda la invalidez de las decisiones tomadas por el Consejo de Disciplina, sometida por Enmanuel Esquea Guerrero, fue asumida la dirección por Jorge Mera, Bautista y Vásquez. La bienvenida a la reunión la dio Alfredo Pacheco, presidente del partido en el Distrito Nacional y quien facilitó el local de la avenida Dr. Báez casi esquina Simón Bolívar de la capital. El dirigente dijo que la situación interna no se trataba de la lucha de dos hombres, sino la de “un partido contra un hombre rodeado de delincuentes”.