NUEVA YORK._ Un asesino en serie dominicano identificado como Francisco Acevedo de 43 años de edad y que fue hallado culpable en noviembre del año pasado por los homicidios de tres mujeres, fue condenado ayer martes en la Corte Superior del condado de White Plains a 75 años de cárcel, 25 por cada una de las muertes. Un comunicado de la fiscal Janet DiFiore, explica que Acevedo se sometió voluntariamente a las pruebas de ADN, por lo que resultó convicto de los asesinatos de la hispana María Ramos en 1989 y las norteamericanas Tawanda Hodges en 1991 y Kimberly Moore en 1996.

La fiscalía dijo que el dominicano, que residía anteriormente en Mont Vernon, pero huyó del lugar tras cometer los asesinatos y se ubicó en distintos condados de Nueva York, evadiendo la justicia por décadas, fue descubierto luego de ser arrestado y condenado por conducir borracho.

Acevedo, no mostró ninguna emoción durante la lectura de la sentencia y sólo dijo que es inocente de los cargos, luego que el juez le imponía la condena. La fiscalía agregó que el asesino en serie fue sentenciado a los 75 años con extensión a cadena perpetua, pena que cumplirá en una prisión estatal.

Su esposa Lizette Acevedo estuvo en la audiencia y defendió la inocencia de su marido, diciendo que él no mató a nadie y que no es un animal como lo calificaron los fiscales.

Las mujeres fueron ultimadas en sectores del Sur de Yonkers, un suburbio próximo a El Bronx. Después de asesinarlas, Acevedo desnudaba a sus víctimas y les ataba las manos a la espalda.

A las mujeres las mató a golpes y las estranguló, poniéndolas boca arriba. El cadáver de Ramos fue encontrado entre la nieve cerca del puente de la calle Ludlow, el cuerpo de Hudges hallado entre escombros de construcción y el de Moore en un motel de Yonkers al que Acevedo la había llevado y pagó por la habitación por cuatro horas.

Se dijo que las víctimas eran todas prostitutas.

Acevedo no había sido acusado por esos asesinatos hasta el 2009 cuando voluntariamente ofreció su ADN después de haber sido arrestado por manejar borracho en una carretera y lo hizo, para salir de la cárcel luego de ser condenado por el delito menor.

Su ADN fue comparado en la Base de Datos que mantiene el estado y coincidió con los de las mujeres asesinadas.

Familiares cercanos de las víctimas estuvieron en la corte presenciando la lectura de la sentencia contra Acevedo. Una hija de Ramos, Shulicha, dijo que su madre fue asesinada 11 días después que ella cumpliera 3 años de edad y catalogó a Acevedo como un monstruo que merece sufrir todos los días de su vida.

“Simplemente no entiendo porqué tuviste que hacer algo así. ¿Cómo pudiste hacer lo que hiciste?”, le reclamó al condenado anegándose en sollozos.

Devon Hodges, madre de otra víctima, también se dejó dominar por el llanto diciéndole que es no es más que un animal inmundo. “Te llevaste a mi hija, mi primera hija. ¡Oh Dios mío, ayúdame!”.

La madre de Moore Pattie Wade Dozier dijo calmadamente que es perseguida por los pensamientos cada vez que piensa en la muerte de su hija y que Zcevedo no merece misericordia.

La esposa del dominicano expresó condolencias a los parientes de las víctimas, pero insistió en que su marido es “inocente” de los asesinatos. Lo describió como un excelente padre de los hijos que tienen y esposo amante.

“Frank ha sido injustamente condenado y sentenciado, no es un animal. La fiscal DiFiore sostuvo que el caso Acevedo es ejemplo más convincente para que el estado amplíe la base de datos de ADN para incluir a más presos.

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