Aunque sus datos son conservadores con relación a otras firmas que colocan a Danilo cerca del 54% y a Hipólito rondando la parte baja del 40%, ya es innegable que el candidato presidencial de una facción del PRD se ha desplomado ante el electorado nacional.

Las razones de este desplome son muchas y aunque el espacio no me permitirá enunciarlas todas, señalaré las más importantes desde mi personal punto de vista.

Danilo ha sido capaz de compactar toda la estructura orgánica del PLD en torno a su proyecto presidencial; mientras que Hipólito aún nada en las aguas turbulentas de las divisiones de su partido. Medina ha construido un poderoso sector externo que asume la candidatura del PLD con el mismo compromiso que su militancia; por el lado de Mejía, los no partidistas recuerdan aquella expresión de que “si hay algo es para el PRD y si queda algo, también es para el PRD”, por lo que no ven espacio alguno para ellos en ese proyecto político.

Más que un eslogan farandulero, Danilo ha presentado un verdadero Plan de Nación, con propuestas viables para atacar de manera frontal los males que aquejan la sociedad dominicana; de Hipólito, el pueblo espera conocer algo más que el triste referente de gestión gubernamental que ejerció y que sumergió en la pobreza a millones de dominicanos.