Ciudad del Vaticano. Benedicto XVI, 265 sucesor del apóstol San Pedro al frente de la Iglesia católica dejó de ser ayer Papa para convertirse en un "simple peregrino que inicia la última etapa de su vida", que dedicará a la oración en el Vaticano, a pocos pasos del futuro Pontífice, al que ya ha prometido "respeto y obediencia".
Hacía más de 500 años que un Papa no renunciaba por voluntad propia al papado, desde que Gregorio XII lo hizo en el 1415, por lo que la decisión del papa Ratzinger ha marcado un hito en la historia de la Iglesia católica.

Este 28 de febrero de 2013 quedará en los anales. Hasta ahora, los papas morían en su cama del Vaticano, pero ayer el alemán Benedicto XVI, de casi 86 años, abandonó el Vaticano por su propio pie, y se trasladó a Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros al sur de Roma. El miércoles, tras ocho años de pontificado, se despidió de los fieles en una audiencia pública. EFE