Denuncian mercado de Barahona es un foco de infección
7:58
Publicado por Infórmate Ahora
Barahona R.D.- Las casetas, mercancías y productos agrícolas ocupan todas las aceras y parte de lo tramos de las calles que bordean el mercado público de esta ciudad, imposibilitando el libre tránsito de las personas que a diario acuden al establecimiento comercial a realizar compras variadas.
Debido a esta situación, los peatones tienen que aventurarse a caminar por el estrecho espacio de las vías que también están obstaculizadas por vehículo y motocicletas, exponiéndose a ser arrolladas por estos.
El mercado en cuestión está situado entre las calles Padre Billini, Colón, 30 de Mayo y Luis E. Delante, zona totalmente arrabalizada ante la mirada indiferentes de los inspectores de la Alcaldía Municipal y los agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet).
Esta arrbalización se registra desde La Padre Billini esquina Luis E. Demonte hasta las esquinas Colón y 16 de Agosto, Colón, 30 de Mayo y Luis E. Delmonte esquina 30 de Mayo.
“No podemos caminar por las aceras de estas calles porque están repletas de casetas, productos y mercancías de venta al público tirados en el pavimento sin protección alguna”, comentó la cliente del lugar Petronila Beriguete.
Por su parte, los esposos Luis Almonte y Elida Pérez, se quejaron porque también los productos ocupan parte de las vías señaladas.
“No podemos desplazarnos por las aceras, y hacerlo por el centro de las calles, también es dificultoso, debido a los vehículos y motocicletas, cuyos conductores tienen paradas establecidas por doquier”, dijeron.
A parte de esta de arrabalización, el establecimiento comercial es el principal foco de contaminación local, por la gran cantidad de basura y desperdicios acumulados por doquier, incluyendo el agua de sale de las polleras.
Asimismo, este mal olor afecta a los profesores y estudiantes del Colegio Católico “Divina Pastora”, contiguo el mercado público.
A este se le agrega el que sale de la basura del interior del establecimiento, donde hay muchos y productos de venta a los clientes en pleno suelo.
Cuando llueve el agua que se arrastra desde el viejo Cementerio Municipal, ubicado a pocos metros del referido mercado, inunda todo el perímetro y se posa sobre los productos tirados en el suelo en interior del negocio.
Hace años un voraz incendio de origen desconocido destruyó todo el interior del mercado, lo que obligó a los comerciantes y venduteros establecerse en toda el área exterior dl mismo.
Esa vez, el entonces presidente de la República, Joaquín Balaguer, dispuso la construcción de un nuevo mercado frente al liceo secundario, en la parte alta de la población, para llevar hasta allí los comerciantes y venduteros del destruido establecimiento comercial.
No obstante, resultó que la nueva instalación comercial era muy pequeña para dar cupo a todos los negociantes, por lo que estos decidieron seguir apiñados en el viejo mercado.
Luego, en el 1998, estando el PLD en el poder, un incendio destruyó tres líneas de los barracones del sector Palmarito, dejando a la intemperie a unas 30 familias muy pobres.
Se recuerda que el gobernador provincial de ese entonces, Bolívar D Óleo Montero, se condolió de esas familias y dispuso su alojamiento provisional en el nuevo mercado, donde hasta hoy permanecen.
Debido a esta situación, los peatones tienen que aventurarse a caminar por el estrecho espacio de las vías que también están obstaculizadas por vehículo y motocicletas, exponiéndose a ser arrolladas por estos.
El mercado en cuestión está situado entre las calles Padre Billini, Colón, 30 de Mayo y Luis E. Delante, zona totalmente arrabalizada ante la mirada indiferentes de los inspectores de la Alcaldía Municipal y los agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet).
Esta arrbalización se registra desde La Padre Billini esquina Luis E. Demonte hasta las esquinas Colón y 16 de Agosto, Colón, 30 de Mayo y Luis E. Delmonte esquina 30 de Mayo.
“No podemos caminar por las aceras de estas calles porque están repletas de casetas, productos y mercancías de venta al público tirados en el pavimento sin protección alguna”, comentó la cliente del lugar Petronila Beriguete.
Por su parte, los esposos Luis Almonte y Elida Pérez, se quejaron porque también los productos ocupan parte de las vías señaladas.
“No podemos desplazarnos por las aceras, y hacerlo por el centro de las calles, también es dificultoso, debido a los vehículos y motocicletas, cuyos conductores tienen paradas establecidas por doquier”, dijeron.
A parte de esta de arrabalización, el establecimiento comercial es el principal foco de contaminación local, por la gran cantidad de basura y desperdicios acumulados por doquier, incluyendo el agua de sale de las polleras.
Asimismo, este mal olor afecta a los profesores y estudiantes del Colegio Católico “Divina Pastora”, contiguo el mercado público.
A este se le agrega el que sale de la basura del interior del establecimiento, donde hay muchos y productos de venta a los clientes en pleno suelo.
Cuando llueve el agua que se arrastra desde el viejo Cementerio Municipal, ubicado a pocos metros del referido mercado, inunda todo el perímetro y se posa sobre los productos tirados en el suelo en interior del negocio.
Hace años un voraz incendio de origen desconocido destruyó todo el interior del mercado, lo que obligó a los comerciantes y venduteros establecerse en toda el área exterior dl mismo.
Esa vez, el entonces presidente de la República, Joaquín Balaguer, dispuso la construcción de un nuevo mercado frente al liceo secundario, en la parte alta de la población, para llevar hasta allí los comerciantes y venduteros del destruido establecimiento comercial.
No obstante, resultó que la nueva instalación comercial era muy pequeña para dar cupo a todos los negociantes, por lo que estos decidieron seguir apiñados en el viejo mercado.
Luego, en el 1998, estando el PLD en el poder, un incendio destruyó tres líneas de los barracones del sector Palmarito, dejando a la intemperie a unas 30 familias muy pobres.
Se recuerda que el gobernador provincial de ese entonces, Bolívar D Óleo Montero, se condolió de esas familias y dispuso su alojamiento provisional en el nuevo mercado, donde hasta hoy permanecen.
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